La paciencia
En la vida se nos enseña a ser tolerantes con el prójimo y a medida que vamos creciendo vamos forjando con ellos la paciencia, que esa capacidad de manejar los embates de la vida con tranquilidad, calma sin que se altere nuestro comportamiento; como dice el refrán "vamos cogiendo la vida con su avena y su pitillo". Ser personas serenas nos ahorran muchos disgustos ya que cuando empiezas a coger rabia tu cuerpo produce una reacción de alteración y empezamos a sentirnos incomodos con nuestro cuerpo, soltando barrabasadas en ocasiones y empezamos a decir vulgaridades; en fin nos transformamos en otras personas por culpa de la ira y del mal genio.
Debemos entender que cada cosa llega a su tiempo; ni antes ni después-, esperar con calma y fe nos ayuda a que la espera sea mas amena y así poder conquistar bendiciones.
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