La frajilidad de la vida.

Al nacer venimos desnudos y sin nada de ataduras; poco a poco vamos creciendo junto a la familia que no escogemos; nos vamos adaptando a un mundo lleno de turbulencias pero también lleno de cosas bonitas por ver, mostrar y sentir; a medida que nos volvemos mas grandes dejamos a un lado nuestros juegos de infancia y todos esos pensamientos de niños para convertirnos en adolescente, parece que en este tiempo somos jovenes buscando descubrir el mundo y todo lo que hay a su alrededor.

Somos seres humanos tenemos nuestro momento donde la vida puede volverse difícil; podemos llegarnos a sentir tristes, melancólicos como si la vida nos pesara; en esos momentos uno puede decir ya no mas, o me hundo en esta situación o trato de salir adelante frente a la incertidumbres y embates del presente y tratar siempre de confiar en Dios, en la vida y el universo que tiene un buen plan nosotros si actuamos correctamente y en sincronización con el." "No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te fortalezco; siempre te ayudaré; siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.