Desarollando la paciencia.

La vida es como una escuela en la cual vas aprendiendo cosas y parece que te piensas a volver más maduro ya que has desarrollado dentro de tu personalidad esa paciencia y firmeza a la hora de enfrentare a ciertas situaciones de la vida; talvez te topes con personas que tienen un temperamento fuerte o complejo, que por nada cogen rabia; esos tipos de individuos hay que saberlos manejar y ser tolerantes cuando están expresando sus emociones. Debemos siempre tener buena actitud mientras esperamos lo que queremos, tratando siempre de ser cordiales y afeuosos con nosotros mismos y con los demás. 

 

La paciencia se forja cuando nosotros mismos tenemos esa capacidad de tolerar aquellos entornos hostiles sin lamentarnos; es decir puede que en el trabajo mi jefe sea una persona energúmena pero ese estado en el cual se encuentra mi jefe no me va a afectar ni hacerme sentir mal ya que puedo decirme a mi misma tranquila y diciéndole a mi mente que dicha situación es pasajera y no afectara mis emociones; lo que hare es hablar con mi jefe, decirle porque se siente ofuscado y buscar la forma de ayudarlo escuchándolo y tratando de aconsejarlo para que puede mejorar su carácter y comportarse de una mejor manera. La paciencia revela nuestra fe en el tiempo, la omnipotencia y el amor  de Dios.