Desafio de Aristòteles.

Comportarnos con ética y moral puede resultar una tarea compleja ya que actuamos de manera impulsiva; muchas veces influenciados por nuestros sentimientos y pensamientos eso hace que utilicemos las palabras inapropiadas para decir lo que queremos expresar; por ejemplo si yo veo que mi amigo tiene una vestimenta anticuada y va para una fiesta conmigo yo decentemente le digo hey my friend no te luce esa pinta; si quieres te ayudo a escoger una mejor para que te veas muy bien; eso es una buena forma de decirlo si la persona está de acuerdo con tu comentario y no siendo burlesco por ejemplo; hey my friend ese traje te queda muy mal; mira como luces; si no cambias esa pinta es mejor que no vayas conmigo; en este caso la manera en como dices las cosas cambio drásticamente ya que al parecer estas siendo grosero y tosco con tu amigo; por ende hay que saber decir las cosas de una forma correcta y siendo amables.

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Aristóteles fue sin duda unos de los filósofos más importantes de la historia y sus enseñanzas han seguido latentes por muchos siglos; el en su búsqueda del conocimiento hacia el hombre interior, la felicidad y como gobernarse a si mismo; este filósofo expreso este desafío que muy pocos se detienen a analizar  y ponerlo en practica".  Cualquiera puede ponerse furioso... eso es fácil. Pero estar furioso con la persona correcta, en el momento correcto, por el motivo correcto, y de la forma correcta.. eso no es tan fácil o sencillo de hacer ya que en por momentos solemos ser personas impulsivas y decimos las cosas como la pensamos provocando más enfrentamientos y disgustos con los demás; en mi opinión debemos ser conscientes de cómo le hablamos a los demás porque cada palabra puede ser como un cuchillo filosofo el cual puede herir y resentir el corazón de cualquier individuo y si tu no quieres hacerle mal a un ser querido lo mejor es que pienses antes de hablar y si estas demasiado enojado primero cuenta hasta 1000 para que logres serenarte y si ya con el ánimo más calmado expresa lo que sientes no es que te vayas a guardar todo lo que quieres decir; más bien como dice Aristóteles encuentra el momento oportuno para decir lo que sientes y así estarás gobernándote a ti mismo. 

"Mi boca habla lo que es verdad, mis labios detestan la maldad. Todas las palabras de mi boca son justas, ninguna de ellas es torcida ni perversa" (proverbios 8, 7-8)